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Agapito Blanco: «Una lección de vida no puede ser un trámite»

“Una lección de vida no puede ser un trámite”, manifestó el concejal de Cambiemosc Agapito Blanco, quien junto con los ediles Roy Lopez Molina y Marcelo Megna, fueron los únicos que el pasado jueves, votaron en contra de la ordenanza que agrega como requisito esencial para la obtención de la licencia de conducir, un curso de formación en la perspectiva de género.

“Está claro que tenemos problemas de convivencia y que vivimos situaciones de violencia inusitada, sobre todo intrafamilia y hacia mujeres y niños, pero eso es un problema de nuestra sociedad y no una característica. No podemos generalizar y meter a todos en la misma bolsa. Somos conscientes que es obligación y tarea de quienes tenemos obligaciones públicas, militar y concientizar sobre políticas de violencia y perspectiva de género. Pero eso no nos habilita a obligar a un ciudadano a hacer un curso sobre un tema que nada tiene que ver con el trámite administrativo que pretende realizar” continuó el edil de Cambiemos.

La ordenanza, recientemente aprobada en el Concejo Municipal, establece que el curso de formación incluya información sobre violencia de género, diversidad y derechos de las mujeres, niñas y adolescentes.

Blanco consideró que “el ámbito público para hacerlo es en los niveles iniciales de la educación, pero de hecho ahí ocurre muy poco e incluso los educadores no han sido capacitados correctamente al efecto. Los seres humanos nos formateamos hasta los 12 años. Lo que no incorporamos hasta esa edad, lo administramos por voluntad y conveniencia. No por imposición”.

El fin no justifica los medios

El concejal cuestionó el contexto donde se pretende concientizar “hoy lo exigen en el trámite de licencia de conducir y mañana se les puede ocurrir obligarnos a hacerlo en una habilitación comercial, un permiso de edificación o en cuanta gestión municipal tengamos que hacer. El Estado puede obligar a sus agentes a formarse en cuestiones relacionadas con la concientización, pero no a sus ciudadanos. No importa que el propósito sea éticamente intachable, el fin no justifica los medios”.

“Creemos que es un despropósito y que atenta contra las libertades individuales. Además, se contrapone con la ley nacional de tránsito a la que nuestra provincia adhirió y que establece que la habilitación de conductores se debe regir por cuestiones prácticas y técnicas relacionadas exclusivamente con la seguridad vial”, advirtió Blanco.

La mencionada ley establece en su artículo 14, y en especial en el inciso 3, la asistencia obligatoria a un teórico-práctico de educación para la seguridad vial, en una escuela de conducir pública o privada habilitada, cuya duración y contenidos serán determinados, auditados y homologados por la Agencia Nacional de Seguridad Vial.

“Nosotros no estamos desconociendo la importancia y necesidad de concientizar sobre cuestiones de violencia y perspectiva de género; solo decimos que no es el ámbito ni el lugar. La emisión de una licencia de conducir es un hecho administrativo que certifica que el poseedor de ha cumplido con requisitos psicofísicos y técnicos en relación a la conducción de un vehículos y a la normativa de seguridad vial, no es una escuela de vida. Para eso, el Estado debe buscar otros medios dentro del ámbito educativo y de la salud, en lugar de agregar burocracia a un trámite municipal” finalizó el concejal Blanco.

Fuente: Diario La Capital